Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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100420
Legislatura: 1901
Sesión: 20 de Julio de 1901
Cámara: Senado
Discurso / Réplica: Réplica
Número y páginas del Diario de Sesiones: 34, 489
Tema: Nacionalización de las Compañías de Obras públicas

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Pido la palabra.

El Sr. PRESIDENTE: La tiene S. S.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): El Sr. Sánchez de Toca no ha tenido la bondad de advertirme que iba a tratar de este asunto. No le hago un cargo por ello, pero esa circunstancia me priva de poder debatir el asunto con S. S., porque se trata de un expediente que no conozco más que por referencias, y no se puede hablar de un expediente tan delicado sin antes estudiarlo y examinarlo detenidamente. Si S. S. me hubiera hecho alguna indicación, yo me habría tomado con mucho gusto el trabajo de enterarme del expediente, y con mayor gusto aún hubiera debatido con S. S. ese asunto, pero ahora me es imposible hacerlo. En este sentido es por lo que yo lamento que S. S. no me haya significado con alguna antelación que pensaba ocuparse de este asunto.

Por lo demás, yo creo que el decreto de S. S. infringe varios artículos, no ya de la Constitución, sino de diferentes leyes del Estado, y que en ese concepto acaso haya sido justa la derogación del decreto a que vengo refiriéndome.

Respecto a que hay que tomar alguna medida, en esa parte quizá yo no esté separado de S. S. ¿Qué medida ha de ser? ¿Hasta dónde ha de llegar? ¿Cómo se va a armonizar la medida que se adopte con las medidas legales que existen? Eso es a estudiar, y eso sería objeto de una ley, quizás de la ley que S. S. echa de menos y que acaso sea necesario presentar inmediatamente que las Cortes se reúnan.

De cualquier modo, si S. S. creyera que era urgente tratar de esta cuestión antes que las Cortes se cierren, yo, lo que puedo hacer, es ofrecer a S. S., repito, cree urgente la cuestión, se debatirá antes de que nos separemos; ahora, si cree S. S. que da lugar a esperar a la otra reunión de las Cámaras, entonces se cerrarán éstas cuando convenga a las Cortes y al Gobierno.

El Sr. SÁNCHEZ DE TOCA: Pido la palabra.

El Sr. PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Sánchez de Toca.

El Sr. SÁNCHEZ DE TOCA: Debo excusas al señor Presidente del Consejo de Ministros por haberle molestado en la tarde de hoy, cogiéndolo poco menos que desprevenido. Bien ha podido advertir S. S. que el ruego que había yo de dirigir en la sesión de hoy, no iba para S. S. y de tal manera no implicaba tampoco el que se le diera contestación inmediata, que ni siquiera la he requerido. Lo único que yo deseaba advertir era que no quería, sobre materia tan delicada como ésta de la nacionalización de las Compañías, imponer apremios ni solemnidades de debates, sino en el caso extremo de que no tuviera esperanza de que el Gobierno tomara esto en consideración.

Me complace mucho que el Sr. Presidente del Consejo de Ministros haya tomado, desde luego, en su contestación, buena nota con respecto a que es muy peligroso manifestar, como se dice en el preámbulo de ese Real decreto, que se infringe el art. 2º de la Constitución al pedir, por parte del Estado, garantías de nacionalidad cuando el Estado hace una concesión de ferrocarriles a una persona cualquiera. Es decir, que el Estado, al hacer una concesión de servicios públicos ferroviarios, está en su perfectísimo derecho al tomar como primera de todas las garantías la condición de nacionalidad, sin que esto infrinja el art. 2º de la Constitución. Lo grave es que si esto no se hiciera tratándose de Compañías ferroviarias, se infringiría dicho art. 2º de la Constitución.

Ahora, las demás leyes ?y no quiero entrar en el motivo verdadero de la interpelación- no son más que meras referencias al art. 2º de la Constitución que procuran siempre todas ellas dejar muy a salvo con declaraciones expresas.

El Sr. Presidente del Consejo de Ministros me ha brindado para que, si estimáramos de excepcional urgencia el caso, lo discutiéramos desde luego. Yo ya le he indicado sobre este particular lo bastante. Creo que por cima de todos estos debates, lo que debe interesarnos a todos es la eficacia práctica de las medidas que han de tomarse. En estos momentos, tal vez fuera mucho más práctico que un debate, el que tuviéramos alguna conversación particular S. S. y yo sobre el asunto; eso tal vez daría resultado más eficaz, repito, que un debate solemne.

He dicho.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Pido la palabra.

El Sr. PRESIDENTE: La tiene S. S.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Para decir a S. S. que me tiene a su disposición para esa conferencia y para todo cuanto pueda desear de mi parte, y además, para significarle que se me olvidó advertir que el Sr. Ministro de Obras públicas no ha concurrido al Senado porque ocupaciones urgentes le han retenido en la otra Cámara, pero que tenía muchos deseos de venir a dar a S. S. satisfacción precisamente sobre el asunto acerca del cual ha hecho el Sr. Sánchez de Toca las atinadas observaciones que la Cámara ha oído.



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